Agroecología.

Un enfoque sostenible para Aysén.

¿Qué es la Agroecología?

La agroecología es la ciencia que, con un enfoque integral, combina la producción de alimentos con la conservación de los ecosistemas, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En Aysén, donde los ecosistemas son frágiles y ricos en biodiversidad, la agroecología surge como una solución clave para equilibrar la producción de alimentos con la preservación de los recursos naturales.
Al integrar conocimientos tradicionales con avances científicos, la agroecología no solo mejora la calidad de los alimentos y la salud del suelo, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades agrícolas frente al cambio climático. Es un conjunto de prácticas que fomenta la soberanía alimentaria, la equidad y la sostenibilidad a largo plazo.

Ejemplos de prácticas agroecológicas en Aysén.

La agroecología es la ciencia que, con un enfoque integral, combina la producción de alimentos con la conservación de los ecosistemas, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En Aysén, donde los ecosistemas son frágiles y ricos en biodiversidad, la agroecología surge como una solución clave para equilibrar la producción de alimentos con la preservación de los recursos naturales.

Al integrar conocimientos tradicionales con avances científicos, la agroecología no solo mejora la calidad de los alimentos y la salud del suelo, sino que también fortalece la resiliencia de las comunidades agrícolas frente al cambio climático. Es un conjunto de prácticas que fomenta la soberanía alimentaria, la equidad y la sostenibilidad a largo plazo.

Rotación de cultivos y asociación de especies.

En muchas zonas de Aysén, los agricultores están alternando cultivos en el mismo terreno para mejorar la fertilidad del suelo y reducir la incidencia de plagas y enfermedades. Por ejemplo, el cultivo combinado de leguminosas (como arvejas) con cereales (como avena) no solo mejora la condición y fertilidad del suelo, sino que también aumenta la biodiversidad en el área.

Uso de abonos orgánicos y compostaje.

En lugar de fertilizantes químicos, los agricultores están adoptando prácticas como el compostaje de residuos orgánicos para enriquecer el suelo. Este método ayuda a reducir los desechos y a cerrar el ciclo de nutrientes en los huertos o espacios de cultivos.

Integración de agroforestería.

La combinación de especies arbustivas y arbóreas con cultivos agrícolas e incluso ganado ha demostrado ser beneficiosa en Aysén. Los árboles no solo protegen contra la erosión del suelo, sino que también ofrecen sombra, refugio para la fauna y contribuyen a la regulación del microclima.

Control biológico de plagas.

En lugar de pesticidas químicos, algunos agricultores están introduciendo insectos beneficiosos, como las mariquitas, que controlan naturalmente las plagas. Esto ha reducido la dependencia de insumos externos y ha mejorado la salud de los cultivos.

Uso eficiente del agua.

Dada la variabilidad climática en Aysén, se están implementando sistemas de cosecha de aguas lluvias que optimizan el uso del agua, un recurso vital en la región.

Especies adaptadas a las condiciones climáticas de la región.

Muchos agricultores y agricultoras han guardado históricamente algunas semillas que han destacado a pesar de las condiciones agroclimáticas de la región, así como razas animales que han demostrado rusticidad y adaptabilidad, permitiendo generar alimentos sin tanta inversión para mejorar el ambiente de cultivo o crianza.

¿Qué beneficios concretos se han observado en las comunidades locales que han adoptado prácticas agroecológicas en Aysén?

El académico de la Universidad de Aysén, Rodrigo Ojeda, comenta cuáles han sido los beneficios concretos que se observan en las comunidades locales que han adoptado prácticas agroecológicas en Aysén, destacando que «se han identificado variedades y razas de plantas y animales con un mejor desempeño frente a las condiciones agroclimáticas de la región, se ha recuperado la fertilidad y estructura en algunos suelos y se han mantenido a raya las plagas y enfermedades presentes en cultivos, permitiendo una producción constante de alimentos y bajando el riesgo a la salud humana y animal que implica la aplicación de agroquímicos».

¿Cómo cree que la agroecología puede contribuir al desarrollo sostenible en la región de Aysén a largo plazo?

El académico indica que “La agroecología  entrega herramientas muy valiosas para el correcto manejo de los agroecosistemas, lo que permite producir alimentos saludables sin perjudicar las dimensiones sociales y ambientales de la población. Esta forma de realizar agricultura permite proyectar hacia el futuro una disponibilidad constante de suelos y ecosistemas saludables y diversos, pilares fundamentales del desarrollo sostenible de un territorio, al asegurar estos aspectos para las futuras generaciones.”

Garantizando un futuro.

La agroecología en Aysén no solo es una alternativa sostenible, sino una necesidad para garantizar un futuro en equilibrio con el medio ambiente. Este enfoque no solo protege los recursos naturales, sino que también empodera a las comunidades locales, permitiéndoles ser protagonistas de su desarrollo.

Con la adopción de prácticas agroecológicas y el respaldo de iniciativas comunitarias y académicas, la región de Aysén tiene la oportunidad de liderar un cambio de paradigma  hacia sistemas alimentarios más justos, equitativos y sostenibles.

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